Propiedades
Es un anticuerpo monoclonal quimérico murino/humano que se une específicamente al antígeno CD20. Esta molécula se halla ubicada en la membrana celular de los linfocitos B maduros, pre-B y en el 95% de las células B presentes en los linfomas no Hodgkin (LNH). Por otro lado, este antígeno no se detectó en las células hematopoyéticas madre (stem cells), linfocitos pro-B, células plasmáticas ni en otros tejidos normales. La unión del rituximab al CD20 desencadena reacciones inmunológicas que llevan a la lisis del linfocito B; los mecanismos posibles de muerte celular incluyen la citotoxicidad dependiente de complemento (CDC) y la citotoxicidad dependiente de anticuerpo (ADCC). Además, se demostró por estudios in vitro que este anticuerpo sensibiliza a las líneas celulares de linfomas de células B humanos farmacorresistentes a los efectos citotóxicos de determinados agentes quimioterápicos. Luego de la administración parenteral de rituximab en dosis de 125, 250 o 375mg/m2 de superficie corporal, fue posible detectar al anticuerpo en sangre durante 3 a 6 semanas. El recuento de células B periféricas disminuyó por debajo del valor normal después de la primera dosis, para luego de 6 meses recuperar los valores normales y, finalmente, normalizarse después de 9 a 12 meses de terminado el tratamiento.
Reacciones Adversas
Incluyen trombocitopenia, anemia, neutropenia, depleción de células B, broncoconstricción y aumento de la susceptibilidad a infecciones no oportunistas. Más ocasionalmente se registraron dolor abdominal, dorsalgia, dolor torácico, de cuello, malestar general, distensión abdominal, dolor en el sitio de la infusión, hipertensión, bradicardia, taquicardia, hipotensión ortostática, vasodilatación, diarrea, dispepsia, anorexia, leucopenia, linfadenopatía, hiperglucemia, edema periférico, aumento de la enzima lactato deshidrogenasa, edemas, pérdida de peso, edema facial, hipocalcemia, hiperuricemia, artralgia, mialgia, dolor óseo, hipertonía muscular, mareos, ansiedad, depresión, parestesia, hiperestesia, agitación, insomnio, nerviosismo, somnolencia, neuritis, aumento de la tos, asma, laringismo, sudores nocturnos, sudoración, sequedad de la piel, alteración lacrimal, dolor de oídos, disgeusia, disuria y hematuria. En menos del 1% de los pacientes tratados se observaron fracturas óseas espontáneas, recidiva de carcinoma de piel preexistente, alteración en la coagulación, aumento de la creatinfosfocinasa e hipercalcemia. Los efectos adversos relacionados con la administración parenteral son náuseas, urticaria-exantema, fatiga, cefalea, prurito, broncospasmo, disnea, angioedema, rinitis, vómitos, hipotensión transitoria, rubor, arritmia. Con menor frecuencia se registraron exacerbación de trastornos cardíacos preexistentes como angina de pecho o insuficiencia cardíaca. Estos efectos se observan dentro de las dos horas de realizada la infusión parenteral y disminuyen con las infusiones posteriores.